La Pequeña Pixous

La Pequeña Pixous

Dónde está:
Pisciotta
Detalles:

Pisciotta es otro de los pueblos más bellos del Cilento: espectacular posición geográfica, gran importancia naturalística, histórica y artística. Y por si fuera poco, es una tierra de excelencias gastronómicas y Baluartes Slow Food únicos.

Su origen se remonta al 915 d.C. y está vinculado a un hecho terrible: la destrucción de Policastro, el antiguo Pixous de la época griega, por los Sarracenos.

 Los supervivientes de la terrible incursión huyen hacia el norte, más allá de Capo Palinuro y fundan esta nueva ciudad, dándole el nombre de sus patria perdida: “Pixoctum”, que no significa más que “Pequeña Pixous”.

Este nuevo pueblo se menciona por primera vez en la época normanda, en el Catalogus Baronum. En poco tiempo Pisciotta se convirtió en un feudo crucial, y muchas familias importantes se convirtieron en señores: en la era normanda Florio di Camerota, en la era angevina los Caracciolo, en la era aragonesa los Sanseverino, en la era española los Pappacoda.

Teatro de enfrentamientos entre Borbón y Napoleón, es uno de los centros del Cilento más activos durante toda la Unificación Italiana. Su dilatada trayectoria queda patente en la arquitectura del pueblo, que amplifica y realza la belleza del lugar, una espléndida terraza con vistas al mar en medio de olivos, con un gran número de edificios señoriales.

No es menos la arquitectura sagrada, que incluye capillas e iglesias que ofrecen ejemplos del estilo barroco tardío.

La vegetación que rodea el pueblo es un tumulto de matorral mediterráneo, con bosques de castaños y alisos, y por supuesto el símbolo mismo del Cilento, que toma su nombre de Pisciotta: el olivo Pisciottano, la variedad de olivo más antigua introducida por los Griegos, precisamente por los Foceos que fundaron Elea.

En Pisciotta sobrevive una de las técnicas de pesca más antiguas del Mediterráneo: la Menaica, también introducida por los Griegos hace más de 2600 años, una de las técnicas de pesca más sostenibles en absoluto, que da un producto de excelencia: las Anchoas de Menaica, Baluarte Slow Food.

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