Espléndida fortaleza medieval que ha conservado la fisonomía y el aspecto de oppidum romano, Teggiano es uno de los pueblos más bellos de Italia del Sur.

La colina en la que surge es frecuentada al menos desde la primera Edad del Hierro (siglo IX a.C.).

Los hallazgos indican la presencia de una población samnita que construyó una fortificación megalítica, cuyos restos, en una sorprendente estratificación histórica, aparecen englobados en la base del castillo construido siglos después.

El alto nivel de cultura alcanzado en el VI-V sec. a.C. es testimoniado por la presencia de cerámica, tanto de fabricación local como proveniente de Apulia y de las ciudades griegas de la costa jónica.

Restos de murallas ciclópeas, de edad prerromana, han sido encontrados cerca del castillo.

Un trozo de columna con capitel figurado que recuerda el templo itálico de Paestum está amurallado en la catedral.

Otras inscripciones atestiguan la presencia romana al menos desde finales del siglo III a.C. hasta todo el IV d.C..

El rasgo distintivo es la conservación del Cardo y del Decumano, renovado en época normanda y en edad federiciana.

La ciudad antigua probablemente quedó destruida en los terribles enfrentamientos llevados a cabo por el rey gótico Totila en 542 d.C. contra el avance de las tropas del general bizantino Belisario durante la sangrienta Guerra Gótica (535-553).

La colina volvió a ser habitada solo unos siglos más tarde y acogió el asentamiento de una pequeña comunidad de monjes griegos - bizantinos, atestiguada por primera vez en los documentos en 917 d.C. como civitas dianensis.

En la época normanda se convierte en la fortaleza de los Sanseverino, familia que durante medio milenio tuvo una riqueza y un poder tales que alcanzó a ser la Primera de las Siete Casas del Reino de Nápoles.

Para dar una idea de cuán extenso era su dominio, basta decir que en un momento de la historia podían viajar de Calabria a Nápoles sin salir nunca de sus posesiones.

Innumerables son los testimonios artísticos y arquitectónicos de este período, cuyo ápice es la fundación de la Cartuja de Padula, una de las más grandes del mundo, erigida por Tommaso Sanseverino.

En Teggiano Antonello Sanseverino, Príncipe de Salerno y señor del Estado de Diano, junto con muchos otros señores feudales de la zona, ordenó la Conspiración de los Barones.

En los siglos siguientes fue codiciado feudo por las formidables fortificaciones, y permaneció Universitas autónoma hasta el fin del feudalismo. Retomó el antiguo nombre de Teggiano en 1862.

Visitar Teggiano significa descubrir muchos sitios artísticos importantes, como la Iglesia - Convento de San Francisco (siglo XIV), el Castillo de los Príncipes Sanseverino (de época normanda, es uno de los más importantes del sur de Italia), la Iglesia de Sant'Antuono (anterior al siglo XI), la Iglesia - Convento de las SS. Piedad (siglo XIV), la Iglesia de San Martín (de época renacentista), la Iglesia de S. Pedro (siglo XIV), la Iglesia - Convento de San Agustín (siglo XIV), la Iglesia de San Miguel Arcángel (entre las más antiguas de Teggiano), la Iglesia de las SS. Annunziata (iglesia angevina erigida en el siglo XIV), la Catedral de Santa María la Mayor (alrededor de 1200).