La Pompeya del siglo XX

La Pompeya del siglo XX

Dónde está:
Roscigno vecchia
Detalles:

Cuando en 1982 el periodista Onorato Volzone descubrió el pueblo de Roscigno Vecchia, lo apodó “La Pompeya del siglo XX”. Esta espléndida definición contiene el significado de este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El primer núcleo se llamó originalmente Russino, luego por asonancia dialectal de russignuolo (que significa ruiseñor) el nombre se convirtió en el actual Roscigno. Imposible no advertir cómo esta voz dialectal es la misma que la traducción del ruiseñor en francés (rossignol), catalán (rossinyol) y castellano: a lo largo de los siglos, Cilento ha visto las dominaciones francesa, catalana-aragonesa y española, a menudo, la historia se esconde entre las palabras más comunes.

Fue la naturaleza la que decidió el destino de Roscigno, y aunque no fue tan malvada como para enterrar a sus habitantes bajo la lava como en Pompeya, hizo detener el tiempo en un momento preciso.

Como para San Nicola di Centola, también para Roscigno el abandono fue causado por la inestabilidad del terreno. Aquí no hubo un evento catastrófico, sino un desalojo por riesgo de deslizamiento de tierra, que a partir de 1902 obligó a la población a abandonar sus hogares y reconstruir el pueblo río arriba. Quienes no tenían los medios materiales para construir otra casa decidieron emigrar, especialmente a América y Suiza, agravando la sensación de “diáspora”.

El trauma de esa generación de hace cien años ha permitido a los que vinieron después poder ver y visitar un ejemplo único de un pueblo rural absolutamente ajeno a la modernidad, una imagen exacta de la arquitectura, del paisaje y de la vida de un hace un siglo.

Y no solo: Roscigno es un verdadero país - museo. Las hileras de casas típicas de Cilento, construidas en piedra, con argamasa y arena y baldosas de terracota, a menudo también eran talleres. Cada fila estaba habitada por personas que hacían el mismo trabajo, una especie de “aglomeración corporativa”. Aún se pueden ver rastros de estas antiguas artesanías en los portales y en los letreros de los talleres. La Iglesia de San Nicola, el abrevadero, una fuente circular dominan la plaza principal.

Y entre estas piedras ha surgido un museo que, al menos en Campania, inauguró el género, habiendo sido el primero: el Museo de la Civilización Campesina, en cuyas salas se muestra la historia de la sinergia infinita entre el hombre y la naturaleza.

Toda esta belleza no ha pasado desapercibida: el National Geographic ha dedicado hermosas páginas a Roscigno, que también ha entrado en producciones cinematográficas. 

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