Tal como las Cuevas de Palinuro, también para las Cuevas de Marina di Camerota es difícil encontrar palabras adecuadas para describir sus belleza.
Al igual que en Palinuro, por razones de protección solo los barcos autorizados pueden entrar en las cuevas, por lo que la reserva es obligatoria. La alternativa a la ruta por mar, que permite observar las calas y cuevas desde arriba, es la Ruta de Infreschi. (LINK!!!)
Desde el puerto, después de Punta dello Zancale, se abre un escenario formado en secuencia de rocas a desplomo que cierran calas cuyo color de agua cambia del verde esmeralda más intenso al azul más profundo, y que esconden sugestivas cuevas: aquí comienza el Área Marina Protegida de la Costa degli Infreschi y Masseta, una de las joyas más preciadas no solo para Cilento.
Al sur, Cala Fortuna es la primera. Para los pescadores que se aventuraban en mar abierto, antes de regresar al puerto, este era el último tramo de aguas altas donde podían soltar las redes y probar la “fortuna” de la última pesca: por eso todavía se llama Cala Fortuna. Y es muy común ver enormes bancos de peces nadando en estas aguas.
Entre sus escarpados muros de roca se abre la Cueva de los Enamorados, llamada así porque siempre ha sido un rincón romántico para los enamorados.
Luego la Gruta Azul, más pequeña de la que se encuentra en Palinuro pero igualmente de gran belleza.
Cala Monte di Luna es una fascinación desde el nombre. Rocas blancas muy altas que parecen cortadas y cinceladas se reflejan en un mar transparente, del que emergen dos rocas altas, llamadas por los pescadores “I Faraglioni di Marina”. También en esta cala hay una cueva, la Cueva de Monte di Luna.
Y más la Cueva de la Catedral, la Cueva delle Noglie, la Cueva del Toro.
Además de la gran belleza, todas estas cuevas tienen en común que han aportado hallazgos y testimonios excepcionales del período prehistórico: desde el Homo erectus hasta el Homo sapiens, estas cuevas son lugares donde vivieron y se asentaron nuestros antepasados prehistóricos.
El hilo de la historia nunca se ha roto, y la última cueva al sur de Marina di Camerota, antes de la Masseta y del territorio municipal de San Giovanni a Piro, es la espléndida Almadraba de los Infreschi, utilizada por los Romanos para la elaboración del atún.
Esta cueva prehistórica se encuentra en la maravillosa Bahía de los Infreschi, uno entre los puertos naturales más grandes y hermosos del Mediterráneo.
En época romana, las cuevas de esta bahía donde el desembarco y la navegación era tan fácil se utilizaban como almacenes de alimentos: el “fresco” del interior de las cuevas aseguraba su perfecta conservación. El nombre “Infreschi” deriva de esto.
En este rincón de paraíso, con vistas a una de las playas más hermosas de la costa, galardonada playa más hermosa de Italia en 2014, entre las voces de los bañistas, se esconde una historia milenaria, lista para revelarse a todos los que tengan buen oído para escucharla.
Ver disponibilidad